Hola hoy os vengo a hablar de cómo aplicar un autobronceador sin quedar como un dálmata. Hay varias formas de autobroncearse, en spray, caña de azúcar… pero yo os voy a hablar de cómo hacerlo con un producto en crema y los pasos previos.
Los días previos antes de autobroncearnos, tendremos que seguir los siguientes pasos:
-Estaremos dos días exfoliándonos el cuerpo, para eliminar las células muertas y que el producto quede uniforme.
-Después de cada exfoliación aplicaremos nuestra hidratante de cuerpo, cuanto más nutritiva mejor.
Realizados los pasos anteriores, antes de autobronceador, nos hidrataremos y dejaremos que se absorba para que el autobronceador quede uniforme y quede por igual para evitar manchas.
Ahora aplicaremos el autobronceador como si fuera una hidratante de cuerpo, pasando bien por todas las zonas (tobillos, brazos, cuello nuca…) y cuando acabemos de aplicarnos el producto, cogeremos un algodón en seco, y pasaremos por el cuello, laterales de los pies, raíz del pelo (si nos hemos autobronceado también la cara, etc…) esto se hará a para difuminar.
Por último, cogemos un poco de exfoliante y nos retiraremos el producto de las palmas, ya que casi no hay poro y quedarán a manchas.
Hay varios autobronceadores en el mercado. Como, sublime bronze de L’oreal, loción autobronceadora de Nivea, summer glow de Dove o la línea de Avene.
Yo os voy a hablar de Sun-Free self-tanning formulade Kiehl’sEste autobronceador para todo tipo de pieles, con una textura no grasa y de absorción rápida. El autobronceador sube a la hora y en su efecto total a las 3 horas. Es para rostro y cuerpo y permite varias aplicaciones para ir subiendo el tono modulándolo. En personas con color de piel muy blanca, con una sola aplicación le será suficiente, y queda muy natural. Contiene 150 ml y su precio es de 28,50€.
El envase: kiehl´s tiene una filosofía que es conservar los envases que se utilizaban en sus orígenes e invierten más en la calidad del producto, que en un envase lujoso.
Espero que os haya gustado. Nos leemos en la próxima entrada.
Un beso,
Beatriz